Enrique Santos se ha convertido en un representante de la comunidad latina uniendo el mundo del entretenimiento con su labor benéfica, a través de sus plataformas radiales y sociales.
Además de ser embajador de St. Jude, Live Like Bella, y otras organizaciones, Enrique busca maneras de resaltar las labores de los cuerpos de rescate, visitando sus cuarteles y contando sus historias en su show Tú Mañana Con Enrique Santos.
Durante nuestro iHeartRadio Fiesta Latina 2017: Celebrando A Nuestros Héroes, Santos fue el encargado de amenizar la noche, de presentar a los artistas, y de entregarle el Premio ‘Corazón Latino’ a Ricky Martin.
También tuvo la oportunidad de rendir homenaje y contar en vivo muchas vivencias de policías, bomberos, operadores, y rescatistas que han trabajaron arduamente para ayudar a los damnificados y víctimas de los recientes desastres naturales.
Desde los Topos De México y el cuerpo de bomberos y policías del condado de Miami-Dade, hasta la familia del sargento Pérez, quien falleció haciendo su labor durante el huracán Harvey.
Pero, así como ha tenido todo este éxito, también ha pasado por muchas dificultades personales para poder llegar hasta donde está. Durante el show de Don Francisco por Telemundo le contó como por chispitas del destino llegó a dejar de ser parte del cuerpo de policías para volverse locutor.
Tomando el riesgo de dejar su carrera para aventurarse a una industria diferente, tener que esforzarse en mejorar su español, y trabajar con determinación para avanzar hasta llegar a ser el encargado de guiar las estrategias del mercado latino de iHeartMedia como Presidente de nuestra vertical hispana de iHeartLatino.
Sin embargo, han habido momentos difíciles. Contando con mucha franqueza, dijo:
La mayor derrota después de haber entrado en la radio, fue no sinceramente decir lo que había en mi corazón, aceptar ciertas cosas en mi vida que yo sentía que eran una realidad, no compartirlos y guardármelos. Como mi orientación sexual.
Algo que una vez que se atrevió a discutir en público le ha permitido no solo liberarse como ser humano y vivir su verdad, sino ser un ejemplo para todos aquellos jóvenes que no encuentran a alguien con quien identificarse y que sienten que no pueden ser ellos mismos frente al mundo por miedo a ser juzgados.
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